La pala y el palista es el conjunto motor que impulsan a un kayak, alguna faltante que se produzca pondría de inmediato a la embarcación a la deriva.
Si salimos a navegar solos, hacemos largas distancias o permanecemos muchas horas en tareas de pesca lo ideal es contar con una pala de apoyo como repuesto ya que nos brinda una seguridad extra.
Las palas se pueden romper y lo que es peor perder, aunque cueste creerlo. Varias veces he conocido situaciones de perdidas. Generalmente ocurren cuando dejan la pala flotando atada con un cabo, esta se desata o se suelta y en la distracción desaparece de la vista.
En la imagen se muestran tres tipos de palas para llevar como repuesto.
La primera es un remo telescópico muy liviano y de escaso volumen ideal para llevar dentro de una bolsa estanca sobre el kayak, cuando este no tiene acceso a su interior. La contra que se trata de un remo (tiene una sola pala) y su uso será igual al de una canoa.
El segundo es conocido como pala bichero. También se trata de un remo un poco más largo y por ende más cómodo para usar, posee un grafio en un extremo que puede ser usado para enganchar cabos u objetos flotando que nos queden lejos. Por su largo deberá ser transportado en el interior del kayak para que no estorbe. También su uso es poco práctico ya que es igual al de una canoa.
Por último, la tercera es una pala con la pértiga cortada al medio, enchufable y regulable para el ángulo de las palas. Realmente es la mejor opción. Esta en particular pesa 920 gr es muy poco peso para agregar al conjunto y nos brinda una gran seguridad.
Incluso, sugiero, el uso de dos palas si las distancias a recorrer fueran muy largas. Una de fuerza para pasar la rompiente, cuando entramos y salimos del mar, con una pértiga fuerte ya que la pala en ese momento es donde más expuesta esta las roturas.
La otra podrá ser una pala más liviana, de perfil bajo más adaptada a las travesías que en buenas condiciones de viento y mar nos hará remar en forma más relajada, con menor esfuerzo.
