Durante la primavera en la costa Bonaerense se desarrolla generalmente un clima muy cambiante, de fuertes vientos y muy variables debido al avance de masas de aire frio y seco desde el sur y de masas de aire cálido y húmedo desde el norte. Si bien las ubicaciones costeras no presentan temperaturas extremas, tanto frías como cálidas, las noches se presentan frescas. Se puede apreciar una marcada amplitud térmica aun a finales de la estación.
También, durante la primavera debido al pasaje de estos sistemas de baja presión acompañados de lluvias suelen ocurrir muchos episodios de nieblas cerradas en toda la región.
Los diferentes tipos de niebla se clasifican de acuerdo a su origen y las dividimos en cuatro grupos: Nieblas de evaporación, nieblas de frente caliente, nieblas de advección y nieblas de radiación.
Sobre la costa son muy comunes las nieblas de advección y suelen producirse cuando una corriente de aire cálido se desplaza en forma horizontal sobre el agua más fría. Para que esto ocurra la velocidad del viento debe ser entre cinco y quince nudos. Si se mueve a menos de cinco y más de quince el aire no sufre un enfriamiento rápido, impidiendo la condensación del vapor. Suele ser muy espesa y en verano también suelen ocurrir episodios cuando el aire de la tierra se desplaza sobre el agua más fría.
También es bueno conocer los diferentes tipos de niebla debido a su densidad, así las podemos clasificar en neblina (menos densa y la visibilidad puede reducirse a dos o tres kilómetros) o niebla (cuando la visibilidad se reduce a unos pocos metros). También existe otro fenómeno denominado bruma que también puede disminuir la visibilidad al igual que la neblina. Para que se forme la bruma deberán existir en el aire partículas hidroscopias ávidas de agua que actúen como núcleos de condensación (sal, polvo, humo)
Es muy común de ver este fenómeno sobre la línea de rompiente en una playa y muchas veces entorpece la visibilidad de los puntos notables de referencia.
Todas estas situaciones son fáciles de pronosticar y bastara el cambio de alguna de las variantes intervinientes para que el fenómeno se disipe.
Muchas veces damos por hecho que la niebla levanta al mediodía, pero no siempre es así, si no existe un cambio en alguna variable y el día permanece con la misma situación la niebla persistirá, por eso debemos conocer siempre el pronóstico.
SUS RIESGOS
Este fenómeno meteorológico trae dos peligros potenciales: primero la orientación de nuestro rumbo, por eso la recomendación de llevar siempre una brújula o compas y si se puede contar con un G.P.S de apoyo mejor. Segundo el peligro de ser abordados por una embarcación mayor, en zonas de pesca de arrastre o lugares de mucho tráfico cerca de puertos o canales navegables, debemos mantenernos siempre apartados de los mismos.
Créanme que ver desaparecer la costa tras una densa cortina de niebla, también hacen desaparecer nuestra tranquilidad, al sentirnos desorientados y perdidos.
Hay que considerar también que de haber niebla cerrada los sonidos se distorsionan a causa de una mala propagación de las ondas. En el mar querer orientarnos por el ruido de la rompiente puede llegar a ser engañoso, no solo por la mala propagación del sonido, sino porque los días de niebla generalmente coinciden con situaciones meteorológicas de poco viento y en coincidencia con escasa rompiente.
Es bueno aclarar que la dispersión de la luz en las partículas de agua que forman la niebla favorece la visibilidad en longitudes de bandas amarillas, utilizadas en faros y luces antiniebla. Por eso es bueno contar con una luz estanca todo horizonte amarilla para poder ser vistos también en estos casos.
Mencione el G.P.S como el mejor instrumento de navegación, pero en situaciones de niebla muy cerrada y nubosidad abundante la señal del G.P.S se puede ver perjudicada, en particular con niebla nunca me ha pasado, pero si he tenido perdida de recepción del satélite con abundante nubosidad. De todos modos, se deberá insistir hasta lograr la recepción, son episodios transitorios.
¿QUE PODEMOS HACER
Bajo esta situación la navegación en kayak estará totalmente vedada para nosotros. Como dije anteriormente entrar al mar esperando que la niebla se disipe conlleva un riesgo muy alto.
De sorprendernos, debemos estar preparados, no perder la calma y tratar de orientarnos con los medios que tengamos a mano.
Lo primero y más básico es una brújula. Con ella podremos ubicar los puntos cardinales en nuestra posición y conociendo de antemano la geografía del lugar tener una ubicación no muy precisa de los diferentes puntos de interés.
También un compás bien instalado en el kayak puede convertirse en un instrumento muy útil ya que no solo podrá marcarnos los puntos cardinales además nos podrá marcar el rumbo de nuestra navegación y podremos corregirlo a cada momento de la remada. Requieren de un mínimo conocimiento y además el hecho de llevarlo fijo en el kayak nos evita de algún olvido.
Por último el G.P.S considero que es el instrumento principal para estos casos. Si el mismo se tratara de un Ploter podría llevar cargada la carta náutica del lugar a navegar y contar con todos los datos relevantes de la zona.
Algo fundamental que casi nadie hace es tener guardado el punto seguro de llegada, aunque sea un lugar muy conocido para nosotros con una escasa visibilidad solo el G.P.S nos podrá indicar dicho punto.
De no contar con ningún instrumento identifiquen al menos de que cuadrante sopla la brisa para tener un punto de referencia.
Por último, si están navegando en grupo nunca pierdan la visión de los integrantes, ya sea que estén fondeados o navegando.
Y para el final quisiera dejar una anécdota que me sucedió hace algunos años por la zona de Chapadmalal para que puedan sacar sus propias conclusiones.
EL EPISODIO
Fuimos en esa oportunidad un grupo de varios kayakistas sorprendidos por una densa niebla que aun bien entrada la mañana no se disipaba. Pude notar a más de mil metros de la costa que orientarnos con una brújula nos costaba mucho, sabía que el Este era mar adentro y el Oeste supuestamente la parte continental. Para corroborar bien la ubicación y planear el regreso agarre el G.P.S que tenía guardado en el interior del kayak.
La sorpresa fue al ver que nos habíamos corrido casi mil metros en diagonal con respecto al punto de partida.
Gracias al G.P.S volvimos a la zona segura de regreso cerca del mediodía. Es probable que el corrimiento hacia el norte haya sido causado por la corriente de marea que justamente subía de sur a norte en el transcurso de la mañana y no por el viento, que era prácticamente nulo.
En ese momento del mediodía la niebla se disipo, pero no por completo, un manto espeso se podía ver en el horizonte sobre el mar. Todos aprovecharon el momento para visualizar la costa y salir en forma segura.
Algunos nos retiramos del lugar dando por terminada la jornada. Otro grupo volvió por la tarde, luego de almorzar.
Fue en ese momento que la niebla estacionada sobre el horizonte lo cubrió todo nuevamente. Desconozco las causas, pero sé que dos kayakistas decidieron volver a tierra. Sin instrumentos calcularon mal el rumbo llegando a una zona de acantilados con grandes olas y una escasa playa que los arrinconaba contra una pared de tierra.
Por suerte ya entrada la noche un transeúnte que pasaba por arriba del acantilado pudo escuchar los gritos de auxilio. El episodio fue difícil de resolver, hubo que llamar a los bomberos los cuales realizaron un rescate de altura por la pared del acantilado.
Por lo visto y lo sucedido tampoco contaban con un sistema de comunicación adecuado.
Este hecho puede llamar mucho a la reflexión: en principio no separarnos y mantener siempre el grupo. No contar con ningún elemento de comunicación ni de navegación puede convertirse en una negligencia muy grave. Mínimamente un celular y una brújula, aunque esta última solo nos podrá orientar, para llegar a un punto seguro con muy escasa visibilidad solo lo podrá hacer un G.P.S y recuerden de tener guardado siempre el punto de llegada.