Generalmente las mareas en el mar no son tomadas en cuenta por ningún kayakista, aunque influyen en dos aspectos diferentes: uno es modificando la línea de playa y el otro aspecto es por las corrientes que generan al subir y bajar el volumen de agua.
Cuando se modifica la línea de playa muchas veces quedan al descubierto pedregales, canaletas y aquel lugar seguro atrás del espigón o escollera hace que ya no esté en bajante, encontrando en muchos casos la rompiente muy lejos de la costa. Si ingresamos con buen nivel de agua no habrá problema pero seguramente la salida será por el mismo lugar y esto hace que en un lapso de algunas horas de acuerdo a la luna nos encontremos con una bajante muy importante complicando mucho las cosas. Sé que es una dificultad más chequear la tabla de mareas antes de salir a navegar pero hay ciertos lugares en que es necesario tener una idea, al regreso, que tipo de costa nos vamos a encontrar. Además nunca es la misma visión desde la tierra que volviendo desde el agua, es bueno entonces contar con un plan B, saber por dónde debemos salir del agua puede evitar muchas veces volcarnos o peor, golpearnos con alguna piedra.
El segundo aspecto es la deriva que produce la corriente de marea en nuestra navegación. Algunos habrán notado según el día, el momento y el lugar que remando perpendicular a la costa el kayak inexplicablemente se va para el lado derecho (estribor) o al revés para el lado izquierdo (babor) sin existir una fuerza del viento que produzca esa desviación.
En todo el Litoral Marítimo Argentino las corrientes se desplazan de S a N en creciente y en bajante lo hacen de N a S paralelo a la costa, siguiendo el contorno de la misma. Esto hace que sobre cabos, penínsulas, bahías y restingas copien la geografía en forma paralela.
Si quieren ser más observadores de este fenómeno pueden consultar la carta náutica particular del lugar, donde a través de simbología (dos flechas paralelas en este caso) se pueden ver las corrientes, su dirección y su intensidad marcada en nudos.
Lugares estrechos aceleran en gran medida las corrientes y en la desembocadura de los ríos la pleamar actúa como freno de las aguas produciendo un represamiento de las mismas. Si el rio es lo suficientemente ancho durante la pleamar la corriente del mar asciende por el rio produciendo ondas de marejada que chocan con la corriente descendente del rio. Alguno habrá escuchado hablar alguna vez de la mítica Pororoca, ola que se forma en la desembocadura del Amazonas y es corrida por surfistas de todo el mundo.
Volviendo más cerca que es lo más importante que debemos saber por estos lados a la hora de navegar en kayak sobre el Atlántico: Que las mareas suben de S a N y bajan de N a S, ya se dijo pero es un dato importante, cuando la marea crece se llama pleamar cuando baja bajamar o reflujo, la estoa o marea parada es el momento donde el nivel se mantiene constante por algunos minutos.
Cuáles son las mareas que debemos tener más en cuenta: Las vivas o de sicigias, son las de mayor amplitud y se desarrollan durante la luna llena o luna nueva. El máximo de las corrientes de marea se desarrolla en el periodo medio de la bajante y de la creciente de cada periodo. Estas se pueden ver modificadas por factores externos como el viento, produciendo en muchos casos las mareas extraordinarias, muy altas o muy bajas de acuerdo a la conjunción de ambos factores. Se han registrado marcas históricas sobre Mar del Plata de más de tres metros.
A medida que nos acercamos a los polos la intensidad y la altura de la marea se magnifica, es así que una pleamar en Rio Gallegos puede llegar a los 9.5 metros y en San Clemente (Provincia de Buenos Aires) no superan los 0.70 metros. Como se verá las mareas van disminuyendo de sur a norte.
Además las mareas modifican en muchos casos la altura y la intensidad de la ola pronosticada. No es lo mismo el momento de la estoa o marea parada durante el reflujo o marea en bajante que el momento medio de la creciente, donde la marejada tiene más fuerza modificando en muchos casos la altura pronosticada de ola.
Otro punto para tener en cuenta es el dato de la profundidad, muchas veces solemos marcar un lugar determinado por el cruce de dos datos como una enfilación a la costa o una marcación con algún objeto visible en tierra y la profundidad, sin saber que esta se puede ver modificada por ejemplo: A la altura del paralelo 38 00 08 S (ciudad de Mar del Plata) en más de un metro de variación, debido a la amplitud de marea. La profundidad que se ve marcada en las cartas náuticas corresponde siempre a la mínima de sicigia, siempre debemos sumarle la marea determinada para la fecha, hora y lugar.
A parte del Servicio de Hidrografía Naval que pronostica las tablas de mareas para los años en curso de los puertos patrones (principales) y secundarios un sito muy práctico y bien completo para chequear por internet es uno que se denomina EL PIQUE Y LAS MAREAS donde podemos encontrar: los datos del clima, evolución de la presión atmosférica, temperatura del agua, periodo de ola y altura, cuadro de marea y nos ubica en el momento actual, coeficiente de marea y los mejores momentos para pescar según la teoría sol lunar, esta última no tiene que ver con las mareas.
Las imágenes que muestro en el informe son de mínimas en luna nueva, como verán muy pronunciadas y en algunos casos ayudadas por vientos de tierra.