Sin dudas es una pieza fundamental de la seguridad pasiva, nuestro chaleco salvavidas o D.A.F, nos proporciona flotabilidad en caso de inmersión, nos permite contar con algunos elementos más de seguridad que tendremos que llevar bien a mano, además, nos dará cierta protección térmica a bajas temperaturas y una mayor visibilidad sobre el agua.
Los chalecos salvavidas que se exigen en cualquier embarcación poseen una fuerza obligatoria de flotación de 100 a 150 Newton, tienen un cuello que hacen mantener la cabeza fuera del agua en caso de desvanecimiento, suelen ser rígidos de tallas grandes restándonos mucha movilidad. Además, en un uso continuo presentan un marcado desgaste al tener expuesta a los roses muchas superficies.
El más común es el salvavidas que se denomina pocho y es el que se puede encontrar en cualquier embarcación mayor como medida de seguridad.
El newton es una unidad de fuerza con el símbolo N, con la cual se mide el empuje de cualquier chaleco salvavidas en forma internacional. Para tener una equivalencia podemos decir que 9.81 newton equivalen a 1 kilogramo de fuerza.
Aclaro esto porque lamentablemente nuestro chaleco salvavidas apto para navegar en kayak que se denomina D.A.F (dispositivo de ayuda de flotación) nunca cuenta con ninguna información al respecto.
Se limita la misma a la talla y al peso de la persona, generalmente tienen una fuerza de flotación de 5 kilogramos, aunque no se informa.
Realmente para ayudar a flotar una persona y más si esta sabe desenvolverse sobre el agua, en proporción a su peso se necesita muy poco empuje, distinto es mantener a esa misma persona inconsciente, boca arriba a la espera de un rescate, para esto se necesitan fuerzas superiores a los 100 newton.
Principalmente por comodidad nuestro D.A.F, por ser más pequeño que un chaleco salvavidas y estar más ceñido al cuerpo se adapta mejor a las exigencias de la actividad del kayak, pero los mismos deben reunir ciertas características necesarias que se deben tener en cuenta.
La principal es que deberá tener una fuerza de flotación mínima de 5 kilogramos de empuje. Si no se contara con dicha información busquen para cuantos kilogramos de peso corporal está indicado su uso.
Traten de adquirir el D.A.F con un peso indicado algo mayor al propio,
sin que esto les quite comodidad y recordando siempre que este debe ir bien ajustado al cuerpo.
Asegúrense de tener una buena abertura a ambos lados para los brazos, para poder tener así una buena amplitud de movimientos y reducir los roces. Elijan colores vivos de fácil reconocimiento a la distancia con bandas ref lectantes nocturnas colocadas de frente y espalda, los motivos camuflados sobre el D.A.F, algo de moda, solo podrán servir para cazar en alguna laguna.
También es importante contar con amplios bolsillos auto drenantes que nos permitan llevar algunos elementos de seguridad que describiremos posteriormente. Todos estos aditamentos mantendrán un perfil bajo, en el frente de nuestro chaleco para no entorpecer la maniobra de reingreso. Un cierre frontal será lo más cómodo para poder ponerlo y sacarlo más rápido, algunos puntos de ajuste nos servirán para que el chaleco nos quede entallado al cuerpo, es común que al estar sumergidos se deslice hacia arriba, contar con una cinta de amarre a la cintura nos ayudara a ceñirlo aún más a nuestro cuerpo y si contara con cintas adicionales que cruzaran ambas piernas mejor aún.
Esta cinta de amarre en la cintura también podrán ser el lugar indicado para llevar un mosquetón de rápida liberación para poder acarrear una cuerda de rescate, un cabo de vida unido a nuestro kayak en condiciones extremas o como remolque a nado de algún objeto, siempre que este flote.
Deben revisar todas las costuras de las cintas y del cinturón de amarre, recuerden que todo el conjunto debe resistir una fuerza de tracción mínima igual al peso de nuestro cuerpo.
El material aireado para la flotación debe ser de celda cerrada para que no vaya perdiendo flotabilidad al contacto con el agua. El mismo estará dispuesto de forma equilibrada para que podamos mantener la cabeza fuera del agua. Lo ideal sería contar con un cuello con material aireado que rodeara nuestra nuca que generalmente los D.A.F no poseen.
La emanación de malos olores en el chaleco suele ser un indicio de acumulación de agua en el material aireado, este detalle nos ha de recordar que los chalecos tienen un tiempo de vida limitado disminuyendo su capacidad de flotación debido al uso.
Actualmente existen modelos de D.A.F tanto para hombres como para mujeres, para un mejor ceñido y una mayor comodidad. Y si por comodidad hablamos lo más indicado es suplantar el material aireado por aire presurizado dentro de cámaras distribuidas en el chaleco. Estos modelos presentan varias ventajas: poco volumen, ya que se portan desinflados, mejor fuerza de empuje, mayor a 150 newton, máximo confort en climas cálidos y una amplia libertad de movimientos, pero sin duda la contra que poseen es su elevado costo.
Recuerden que sea cual fuere el modelo prueben nadar con el mismo en lugares controlados, puesto y ajustado, para ver cómo se desenvuelven. Vigilen que el mismo no se nos suba al no estar bien ceñido mientras flotamos. Accedan a todos sus bolsillos, mosquetón de seguridad y demás elementos agregados estando en el agua.
La Prefectura solo exige el uso del D.A.F puesto por ocupante del kayak, tendremos que ser nosotros mismos quienes controlemos su efectividad.
Siendo el chaleco salvavidas la pieza fundamental en la seguridad pasiva debe ser usado siempre como ultima prenda, ya sea arriba de nuestra piel, lycra, neopreno, traje seco o campera rompe vientos.