SEGURIDAD

El silbato y el heliógrafo

Algunas veces exigidos  por la Prefectura y otras veces olvidados,  estos  dos elementos de la seguridad pasiva pueden llegar  a ser muy útiles en momentos de querer llamar la atención.

Debido a su simplicidad son  elementos muy confiables, prácticos y seguros en su uso. No llevan pilas, no tienen mecanismos y están  construidos en materiales que no se degradan con el agua. El escaso peso y tamaño de estos  los hace muy fácil de llevar sobre nuestro chaleco salvavidas en todo momento.

Comenzaremos con el silbato: deberá ser llevado siempre sobre el chaleco en la parte superior delantera con un cabo o pita de no más de 30 cm, lo ideal en los bolsillos frontales para tener un rápido acceso. Sera de material plástico en su totalidad, los hay que combinan pequeñas brújulas con algún recipiente hermético.

¿El porqué del silbato? Recuerden que la señal ejecutada demanda menos energía que gritar, se puede pausar algún tipo de llamado durante cierto tiempo. En condiciones normales con vientos de 10 nudos  en contra (a barlovento) la señal podrá ser escuchada hasta los 200 metros aprox. Con el mismo  viento a favor (a sotavento) la señal podrá llegar hasta los 400 metros. La disipación del sonido mucho tendrá que ver con las condiciones climáticas.

El otro elemento mencionado, el heliógrafo,  no es más que un espejo para hacer señales  lumínicas reflejando  el sol. Consta de una lámina de 10 x 10 cm aprox. preferentemente de acero inoxidable en vez de vidrio por razones de seguridad. Consta de un orificio en el centro y sus dos caras son reflectoras. Para ser usado deberá ser ubicado de manera que la luz del sol filtre por el orificio central y nos ilumine en la cara, situación que se reconocerá al vernos reflejados en la cara posterior. Manteniendo esa posición ir acomodando el espejo hasta poder ver por el orificio el lugar deseado,  el cual queremos llamar la atención. Para ajustar mejor la posición del espejo, habría que ver que el punto que nos refleja en la cara desaparece por estar en coincidencia con el orificio central, uno puede estar seguro así que el haz reflejado por la cara anterior está apuntando a nuestro objetivo.

Como verán esto se logra con pequeños ajustes, tarea muy difícil si estamos flotando sin el kayak  en aguas movidas. Sobre el kayak el uso del heliógrafo no reviste mayor dificultad. A veces el ingenio es increíble, los CD con su agujero en el medio son usados como espejo de señales con la precaución de hacerles una pequeña perforación a un costado para agregarles un cabo o pita, el único inconveniente es que se pueden partir, no así una lámina de acero.

En caso de tener espejos  en tapas de brújulas, silbatos o mangos de cuchillos, estas caras espejadas deberán ser reflejadas al sol y al punto deseado con mucha insistencia para lograr que algún haz de luz de en el punto deseado.

Las limitaciones son obvias, solo puede ser usado en días soleados y su radio de alcance es el de la vista. Aunque no se crea es común que gente con práctica en la navegación está atenta a señales de este tipo, como dije al principio algunas veces estos elementos son requeridos por Prefectura en el mar, otras no, sería bueno unificar un poco los criterios.

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