CLIMA

Windguru no lo dijo

 

No sé si todos recordarán a fines de febrero sobre Mar del Plata una violenta tormenta que se desató durante horas de la tarde sin que fuera prevista por ningún informe meteorológico. Fue un fenómeno muy puntual, en algunos sectores de la ciudad con fuerte intensidad complicando mucho las cosas.

Sobre la costa un cielo mitad gris y mitad claro no parecían presagiar grandes cambios, el mar se mostraba planchado con un brisa en dirección de las nubes. De pronto todo fue un caos, en cuestión de minutos el cielo se cubrió completamente, comenzó una fuerte descarga eléctrica sumado a en fuerte viento aplastante (de arriba hacia abajo) sin una dirección determinada. El mar se rompió por completo con olas de periodos cortos pero muy encrespadas. En dos minutos más comenzó a llover copiosamente disminuyendo por completo la visibilidad. Esa tarde había mucha gente en el agua con kayaks y tablas a corta distancia de la costa, por suerte minutos antes apareció Prefectura con dos motos de agua arriando a todos los que podía ver sobre el agua, esa tarde nadie se encontraba pescando a distancia de la costa.

El episodio en ese lugar puntual habrá durado unos 20 minutos, al rato salió el sol, volvió la calma y la tarde volvió a tener las mismas condiciones meteorológicas de horas tempranas, antes de la tormenta. Había pasado una vaguada, fenómeno que se lo suele denominar así en la jerga de los navegantes. ¿Pero, que es un vaguada?

Para tener una idea es la línea que marca la parte más honda de un valle, por donde pasan las aguas de las corrientes naturales.

Desde el punto de vista meteorológico se la conoce como una prolongación de una baja de presión atmosférica que se registra entre dos sectores que tienen alta presión. Esta depresión atmosférica  se asemeja a la parte más baja de un valle. Esta se produce cuando el aire húmedo y cálido asciende a través de un sector de baja presión, situado entre dos sectores de presión mayor con masas de aire más frio. Fenómeno que provoca nubes potentes de gran desarrollo vertical, generadoras de tormentas.

Las vaguadas pueden desarrollarse en sectores altos y bajos de la atmosfera. En niveles altos son fáciles de pronosticar a una escala sinóptica amplia, (winguru los ve y predice). En niveles bajos no son fáciles de predecir, fenómenos muy puntuales requieren imágenes sinópticas de mallas muy reducidas a solo un par de horas de desatarse el episodio.

¿Entonces qué hacer? Lo más indicado es controlar la presión atmosférica con un barómetro y ante una acentuada caída de la presión y el primer signo de desmejoramiento ponernos a resguardo en tierra. No nos imaginemos llevando un pesado barómetro de bronce arriba del kayak, los hay en relojes con la función altímetro, barómetro y alarma de caída de presión.

Sino lo más barato y sencillo es observar el pronosticador inmediato que tenemos a la vista, las nubes. Una sola formación nubosa en forma de cumulo no es señal de peligro, pero una agrupación de las mismas que valla tomando altura convirtiéndose en cumulonimbos y cubra ¼ de los 360º que tenemos a nuestro alrededor es una situación preocupante si estamos en el agua.

Por eso las nubes son en todo momento un indicador del tiempo actual y una predicción del que vendrá y es bueno conocer los diferentes tipos de formaciones nubosas y lo que presagia cada una de ellas.

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